Las huellas fósiles o paleoignitas, (del griego Paleo = antiguo e ignita = huella), constituyen un documento único para los paleontólogos, puesto que nos permite deducir los movimientos de los animales que los produjeron. Saber por ejemplo si corría, su velocidad, cantidad de dedos en sus patas, si tenía garras, si era bípedo o cuadrúpedo, etc.

Huellas de tetrápodos, perteneciente a un anfibio tipo ichtiostegalia, de la formación Chinche, al interior de Copiapó, Chile. Periodo Devónico.

 

Huella perteneciente a un terópodo grande tipo tyrannosaurio (Tyrannosauripus), encontrada en Chacarillas, Región de Tarapacá, Chile.

 

El registro de Dinosaurios en Chile está representado principalmente por huellas aisladas de terópodos, saurópodos y ornitópodos; y restos óseos de saurópodos Titanosauridae. La mayor parte de estas pistas junto con todos los huesos de saurópodos provienen de estratos Cretácicos.

 

Rastrillada de saurópodo Parabrontopodus frenkii (= Iguanodonichnus frenkii) Casamiquela y Fasola, 1968. Termas del Flaco, Región del Libertador General Bernardo O'Higgins.

 

Pequeña rastrillada de sarópodo, descubierta en el Valle las Arenas, Cajón del Maipo, Región Metropolitana.